A menudo la gente se siente atrapada por sus elecciones, situaciones y sentimientos, productos de heridas del pasado. La vida es difícil y todos tenemos heridas emocionales. Los adultos pueden verse afectados por sus heridas de manera crónica y dolorosa, con problemas que se manifiestan desde en el trabajo y en las relaciones hasta en la autoestima y la toma de decisiones. Los mecanismos que emplearon para sobrellevar situaciones, y que les permitieron sobrevivir cuando no existían opciones ya no les son útiles, y es posible que no comprendan por qué hoy siguen "atascados" en problemas recurrentes.
Cuando padecemos dificultades en el presente, acarreamos con todo nuestro Ser, nuestras fortalezas y nuestras heridas emocionales. Por esta razón, creo que sea cual sea la razón que conduce a las personas a buscar terapia, todos tienen una historia de vida que merece ser escuchada y respetada para entender quiénes son hoy.
Muchos casos de ansiedad y depresión, así como toda una serie de diversos problemas dolorosos, están enraizados en la vergüenza y el perfeccionismo, dos temas que me interesan en particular, y que constituyen el tema de mi libro, El miedo al abismo.
Cuando padecemos dificultades en el presente, acarreamos con todo nuestro Ser, nuestras fortalezas y nuestras heridas emocionales. Por esta razón, creo que sea cual sea la razón que conduce a las personas a buscar terapia, todos tienen una historia de vida que merece ser escuchada y respetada para entender quiénes son hoy.
Muchos casos de ansiedad y depresión, así como toda una serie de diversos problemas dolorosos, están enraizados en la vergüenza y el perfeccionismo, dos temas que me interesan en particular, y que constituyen el tema de mi libro, El miedo al abismo.