Mucha gente me ha preguntado qué es una persona con PCV. Es un acrónimo que uso en mi libro, El Miedo al Abismo: Como Sanar las Heridas de la Vergüenza y del Perfeccionismo, y representa el Perfeccionismo, Cuestiones de Control y la Vergüenza. Representa un tipo de personalidad, no una enfermedad, y muchas personas con rasgos de PCV funcionan en un nivel muy alto. Sin embargo, la persona con PCV no tiene sólo un rasgo, sino muchos, incluyendo los rasgos de PCV, que forman constelaciones, y una persona con PCS soporta una carga pesada, una que puede llevar a ansiedad, pánico, depresión, trastornos de alimentacion, y otros problemas.
Las personas con este tipo de personalidad tienen dificultades para tomar decisiones y sienten que nunca son adecuadas. Si otras personas se quedan hasta las ocho en el trabajo, se quedarán hasta las diez. Si tienen que dar una presentación, lo repiten una y otra vez, demasiadas veces, para tratar de hacerla perfecta, pero nunca sienten que es lo suficientemente buena. Tienen dificultad para tomar decisiones, porque cada camino tiene sus pros y sus contras, y tienen miedo del terrible auto-juicio que resultaría de los contras. Subjetivamente, creen que sólo temen que otros los juzguen, pero el verdadero problema es que la crítica de otros resuena en ellos. Los que más se quieren a sí mismos no se sienten tan heridos por la crítica o el desacuerdo de los demás.
Las personas con este tipo de personalidad tienen dificultades para tomar decisiones y sienten que nunca son adecuadas. Si otras personas se quedan hasta las ocho en el trabajo, se quedarán hasta las diez. Si tienen que dar una presentación, lo repiten una y otra vez, demasiadas veces, para tratar de hacerla perfecta, pero nunca sienten que es lo suficientemente buena. Tienen dificultad para tomar decisiones, porque cada camino tiene sus pros y sus contras, y tienen miedo del terrible auto-juicio que resultaría de los contras. Subjetivamente, creen que sólo temen que otros los juzguen, pero el verdadero problema es que la crítica de otros resuena en ellos. Los que más se quieren a sí mismos no se sienten tan heridos por la crítica o el desacuerdo de los demás.